Alexzandra Howell, madre de una bebé de 23 meses que falleció en enero pasado por sobredosis de fentanil, fue detenida el pasado lunes. La policía asegura que Howell no hizo nada por salvar a su hija mientras moría. La madre enfrenta cargos que incluyen asesinato/homicidio por maltrato infantil y dos cargos de negligencia ilegal de un niño o persona indefensa.

Una madre ha sido detenida en relación con la muerte en enero de una niña de 23 meses que ingirió una cantidad letal de fentanil.

La madre, Alexzandra Howell, fue detenida el lunes por cargos que incluyen asesinato/homicidio por maltrato infantil y dos cargos de negligencia ilegal de un niño o persona indefensa.

Una orden de detención alega que Howell causó la muerte de Alexavia Aguirre por maltrato infantil y negligencia al crear ¨un entorno inseguro¨ en el cual la Sra. Howell ¨abusó constantemente de drogas y narcóticos no recetados y dejó esas drogas al alcance de dicha niña”.

En febrero, Alexavia y su familia habrían celebrado su segundo cumpleaños.

La madre de la bebé fallecida por sobredosis ocultó a los demás la niña y el suceso, causándole la muerte a los 23 meses

Cuando la niña tuvo problemas médicos tras ingerir fentanil, la madre ocultó a los demás a la niña y la emergencia, y no le proporcionó atención médica inmediata para salvarle la vida, según la orden de detención.

En lugar de ello, la madre llevó a cabo actividades normales e ignoró la emergencia médica durante horas, “privando a la niña de atención médica y demostrando una indiferencia extrema por la vida de su hija”, alega la orden de detención.

Irónicamente, durante esas otras actividades, la madre y Alexavia estaban en un hospital, pero el centro de la visita era otro de los hijos de Howell. Alexavia fue encontrada muerta después de que regresaran a casa de un amigo, donde se alojaban.

Alexavia fue encontrada muerta poco después de las 9:30 p.m. del 20 de enero, cuando los equipos médicos de emergencia respondieron a un informe de un niño que no respondía en la casa de L&L Lane.

El forense Darryl Ables dijo que los socorristas encontraron a Alexavia infartada y la declararon muerta en el Centro Médico Regional de Aiken.

Howell ya presentaba acusaciones por abuso y posesión de fentanil

Según un informe del incidente de la Oficina del Sheriff del Condado de Aiken, Howell dijo a los oficiales que habían salido y estaban conduciendo a casa cuando Alexavia se quedó dormida en el vehículo. Howell dijo que llevó a la niña dentro mientras permanecía dormida y la acostó en la cama situada en su dormitorio.

Howell dijo que ella estaba fuera de la habitación brevemente y cuando regresó, se dio cuenta de Alexavia sentía un poco de frío en ese momento, pero todavía respiraba.

Dijo que sacó a Alexavia de la cama y la colocó en el suelo junto a la rejilla de ventilación para que entrara en calor.

El dueño de la casa entró en la habitación y miró a Alexavia. Alexzandra declaró que entonces vio que Alexavia tenía los labios morados y no respiraba.

La detenida y el dueño de la casa empezaron a administrar reanimación cardiopulmonar mientras se ponían en contacto con las fuerzas del orden. Howell dijo que creía que su hija se había atragantado con un caramelo azul.

El informe del incidente señaló que la madre fue llevada al Centro de Detención del Condado de Aiken a petición de los investigadores por cargos pendientes de posesión de fentanil. Los oficiales dijeron que se basó en la evidencia de fentanil en la escena.

Las versiones de la mamá de la bebé muerta por sobredosis de fentanil no concuerdan, por lo que resultó detenida

Howell dijo en una entrevista después del incidente que se puso drogas en las encías para aliviar el dolor y la hinchazón después de que le sacaron los dientes.

“No estaba cerca del bebé ni de los niños. Lo puse en otro sitio, pero lo encontraron cuando ocurrió todo”, dijo Howell.

También en el informe del incidente hay una serie de relatos de dónde habían estado la madre y sus hijos cuando estaban fuera de la casa antes.

El informe señala que la madre dijo que había llevado a otra hija a un hospital de Augusta debido a migrañas, y luego cambió su declaración, afirmando que en realidad había llevado a la niña al Centro Médico Regional de Aiken. Al ser interrogada de nuevo, la madre dijo que se había sentado en la sala de espera, pero volvió a cambiar su declaración y dijo que había conducido hasta allí y se había sentado en su vehículo en el aparcamiento, según un oficial.

“Ha sido un infierno. No puedo ni empezar a asimilarlo. No quiero vivir en un mundo sin mi hija”, dijo. “Ni siquiera sé qué le pasó, y eso es lo que más me duele”.

En la orden judicial se lee que Howell dejó medicamentos no recetados y narcóticos al alcance de su hija mayor, dándole incluso un “cóctel para la migraña”. Los informes toxicológicos indicaron una sobredosis de benzos.

“Lo que tenía estaba puesto (fuera del alcance de los niños). No hay forma de que ella pudiera hacerse con ello”, dijo Howell.

En cuanto a los otros dos hijos de Howell, hubo una vista judicial para decidir dónde serían colocados mientras tanto. En enero nos dijeron que sería con otro familiar.