ATLANTA — Estudios mostraron que, mientras que las tasas de diagnóstico disminuían en la población blanca y negra, en la población hispana de Georgia se estaba produciendo un aumento de las tasas de diagnóstico del VIH.
La investigación descubrió que los hombres homosexuales y bisexuales hispanos o latinos de Atlanta tenían dificultades para acceder a los servicios relacionados con el VIH, lo que llevó a ampliar la aplicación del marketing de prevención del VIH y las asociaciones con organizaciones que atienden a las comunidades hispanas o latinas.
Este esfuerzo demostró cómo la detección de grupos de VIH puede ayudar a identificar la transmisión, llamar la atención sobre las necesidades de las poblaciones afectadas y promover la equidad sanitaria mediante respuestas adaptadas.
La investigación fue encabezada por el Dr. David Philpott y identificó los factores que podrían limitar el acceso a los servicios relacionados con el VIH, incluidas las barreras lingüísticas, las preocupaciones relacionadas con la inmigración y la deportación, y las normas culturales relacionadas con la sexualidad.
Durante febrero de 2021 a junio de 2022, el Departamento de Salud Pública de Georgia (GDPH) detectó cinco conglomerados de transmisión rápida del VIH concentrados entre homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) hispanos o latinos (hispanos) en el área metropolitana de Atlanta.
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Tras la demostración del crecimiento persistente de las agrupaciones hasta principios de 2021, el GDPH revisó los datos de las entrevistas de los servicios asociados e intentó llegar directamente a todas las personas de las agrupaciones, incluidas las entrevistadas anteriormente. Sin embargo, la respuesta fue limitada, en parte debido a las preocupaciones relacionadas con la inmigración y la deportación y al número limitado de miembros bilingües del personal.
En octubre de 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, mejor conocidos como la CDC, comenzaron a proporcionar asistencia remota en el análisis de los datos epidemiológicos para las actividades de investigación, y el GDPH inició la revisión de las historias clínicas de las personas en los conglomerados. Entre las 38 personas con historias clínicas disponibles, 10 (26%) eran principalmente hispanohablantes y 12 (32%) provenían de países latinoamericanos; cinco (13%) tenían diagnósticos de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad o trastorno bipolar.
En junio de 2022, estas agrupaciones incluían a 75 personas, de las cuales el 56% se identificaban como hispanas. Los datos mostraron que la edad media de las personas de estos grupos era de 29 años.
Las autoridades de salud correspondientes se han comprometido a incrementar el alcance a la población Hispana para intentar reducir y prevenir los contagios de VIH.
¿Qué es el estigma por el VIH?
El estigma por el VIH se refiere a las actitudes negativas y suposiciones sobre las personas que tienen el VIH. Se trata del prejuicio que se genera cuando se cataloga a alguien como parte de un grupo que se supone ser socialmente inaceptable.
Estos son algunos ejemplos:
- Creer que solo ciertos grupos de personas pueden contraer el VIH.
- Juzgar moralmente a las personas que toman medidas para prevenir la transmisión del VIH.
- Sentir que alguien merece contraer el VIH debido a las decisiones que toma.
¿Cuáles son los efectos del estigma y la discriminación por el VIH?
El estigma y la discriminación por el VIH afectan el bienestar emocional y la salud mental de las personas con el VIH. Aquellos que tienen el VIH a menudo interiorizan el estigma que sienten y comienzan a crear una imagen negativa de sí mismos. Podrían temer que se los discrimine o juzgue negativamente si se sabe que tienen el VIH.
La “interiorización del estigma” o “autoestigmatización” sucede cuando una persona absorbe las ideas negativas y los estereotipos sobre las personas con el VIH y comienza a aplicarlos a sí misma. El estigma interiorizado del VIH puede producir sentimientos de vergüenza, temor a que se sepa, aislamiento y desesperación. Estos sentimientos pueden llevarla a no hacerse la prueba ni recibir tratamiento para el VIH.