El fabricante de tazas Stanley enfrenta demandas por el uso de plomo en sus productos. La empresa afirma que el plomo no representa un riesgo para la salud y cumple con las regulaciones.
El fabricante de tazas Stanley se enfrenta a múltiples demandas debido a la preocupación de los clientes por el uso de plomo en sus productos.
Los informes indican que la empresa ha sido demandada por no divulgar la presencia de plomo en sus tazas. Sin embargo, Stanley defiende que el plomo no representa un riesgo para la salud.
“PMI ha comercializado sus productos al público durante años como un artículo seguro y práctico, especialmente adecuado para mujeres jóvenes. Pero PMI no reveló su uso de plomo en la fabricación hasta enero de 2024”, añade la demanda, presentada el 1 de febrero y obtenida por la web ClassAction.org. “Más bien, anuncia sus vasos como ‘sin BPA’ y hechos de acero inoxidable mientras omite otro ingrediente clave utilizado en su sellado al vacío: el plomo”.
La empresa responsable de las virales tazas Stanley se enfrenta a una indemnización millonaria por no revelar la presencia de plomo en sus tazas hasta 2024
Esta controversia comenzó en las redes sociales, donde los clientes usaron pruebas caseras para verificar la presencia de plomo en las tazas Stanley, confirmando su presencia. PMI explica que las tazas contienen una pastilla de plomo en la base, la cual se utiliza para sellar el aislamiento al vacío.
Sin embargo, Stanley asegura que el líquido en el interior de las tazas no entra en contacto con el plomo, ya que está recubierto por acero inoxidable. Además, Stanley afirma que cumple con todas las regulaciones y normativas estadounidenses, incluida la Proposición 65 de California, que exige advertir sobre la exposición a metales pesados y productos químicos.
La empresa garantiza que los usuarios solo estarían expuestos al plomo si la taza está dañada o rota, y cubrirían esa situación bajo su garantía de por vida. Según su sitio web, todos los productos Stanley han sido probados y aprobados por la FDA.